El Secreto Del Mentiroso

Cuando están cargándose

de verdad inexistente

no lo saben,

pero pierden.

No tienen sentido,

y sin creerlo se esconden

en la inmensidad del vacío,

tras el hastío.

 

Se queman con el tiempo,

y no tienen compañía,

allí en el descampado,

el del remordimiento.

Nadie los rodea,

pero ellos se regodean

entre pinturas frías,

compradas sin cordura

No denotan la oquedad,

ni con los errores.

Allá van,

valientes malechores.

Perduran lo suficiente,

 casi lo justo,

porque llegan tarde,

y mienten.

Introducción.

Nudo.

Desenlace.

¿Conclusión?

 

No la hay,

pues se van,

y no saben contar

su flujo de realidad.

Ese desengaño tardío

les dispara en el pecho,

y antes de morir

mueren de nuevo.

Sus tesoros guardados,

siguen enterrados;

he ahí su secreto,

junto al silencio y al desierto

almacenado.