miércoles, 5 de marzo de 2014

El Eterno Otoñado

Cuando las hojas caen desaparecen las visiones. Él arremete contra la alta vida, y escala. Montañas de desesperación y miedo que lo anidan. Así huye de ser el que olvida y se transforma en naturaleza. Lágrimas y lágrimas de punzadas de realidad que sulfuran en su conciencia demacrada. Sería muchas cosas y ya no es nada, como hogueras de libros. Su vida ha perdido uno de los fogones que la mantenían. Ahora, en ese balcón estrellado, solo quedan temor y un recuerdo asesino.

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